jueves, 13 de mayo de 2010

RESPIRACION DE LAS PLANTAS


Como todo ser vivo, las plantas también respiran. Realizan un intercambio de tipo gaseoso con la atmósfera a través del cual absorben el oxígeno que necesitan y luego eliminan, como desecho, dióxido de carbono. De igual forma que en el transcurso de la fotosíntesis, el intercambio gaseoso que se produce con la respiración se hace a partir de los estomas, o sea diminutas aberturas ubicadas en las hojas que regulan la entrada y salida de los gases. Mediante ellos, también, las plantas y vegetales eliminan vapor de agua, o sea traspiran.

La fotosíntesis es la elaboración de sustancias orgánicas a partir de sustancias inorgánicas en presencia de la luz del sol. Es un proceso que se realiza fundamentalmente en las hojas. Para esto las células vegetales disponen de unos organelos denominados cloroplastos. En su interior, encontramos la clorofila, un pigmento de color verde especializado en la absorción de la energía lumínica que posteriormente desencadenará una serie de reacciones químicas: la fotosíntesis.

Las sustancias que son elaboradas en la fotosíntesis se tienen que distribuir por toda la planta y llegar así a todos los órganos que se encuentren necesitados de energía. El alimento es transportado por otro tejido conductor el cual es llamado floema. Una parte de ese alimento es empleado directamente para el funcionamiento de la planta y el resto es almacenado.

El alimento que no es utilizado por la planta se almacena como almidón. Hay para ello órganos especializados como los tallos almacenadores y las raíces. Los boniatos, zanahorias y remolachas son raíces engrosadas que cumplen con la función de reservar alimento para tiempos no favorables para la fotosíntesis como el invierno. En cambio las cebollas y las papas son tallos almacenadores.

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